¿Qué es un "Party Game"?

¿Quién dijo que los videojuegos son un pasatiempo solitario que aísla de los demás?

Esa persona claramente nunca ha pasado horas riendo con familia o amigos, con el mando en la mano, en una partida alocada en cooperativo o compitiendo entre sí.

Los Party Games están hechos para eso.
Sin complicaciones, garantizan momentos de diversión compartida.

Del inglés “party game”, estos juegos a veces tienen una connotación negativa en boca de quienes se consideran gamers hardcore. Cuando un juego no les gusta, lo descartan erróneamente como un party game. Sin embargo, en términos de game design, crear un Party Game original y efectivo es todo un reto. Por eso, los clásicos del género siguen siendo atemporales—no hace falta comprar la última versión para seguir divirtiéndose. De hecho, algunos jugadores prefieren los originales.

Más allá de la mecánica del juego, la calidad gráfica o la animación, un buen Party Game es un juego ultra accesible, puro entretenimiento donde lo más importante es reírse. Se juega en local, con 2, 3 o 4 personas en el sofá, disfrutando de juegos sencillos y divertidos. Claro, hay que invertir en varios mandos, pero vale la pena para unir a grandes y pequeños.

Una cosa es segura: para que un Party Game sea bueno, necesita controles básicos accesibles desde los 6 o 7 años, una buena dosis de rapidez y, a menudo, mini-juegos para desempatar—todo ello construido en torno a un concepto simple, entretenido y fácil de entender.

Por ejemplo, en Overcooked, el objetivo es preparar platos lo más rápido posible en una cocina caótica. Nada revolucionario, ¿verdad? Pero en multijugador es desternillante, sobre todo cuando los jugadores se empujan accidentalmente, gritan que se han quedado sin lechuga, camarones o incluso platos limpios, y dependen desesperadamente de sus compañeros para solucionar el desastre.

Simple, pero increíblemente efectivo. Como en Frog Climbers, donde juegas como una rana que escala sobre sus amigos y trata de tirarlos para llegar primero a la cima.