Kapital: Sparks of Revolution

Kapital es un híbrido entre un "city-builder" y un juego de gestión, que es un poco particular porque se basa en la lucha de clases. Eres el alcalde de la capital de un país europeo. Como en la vida real, es imposible tener contento a todo el mundo. Las personas cuyas necesidades no están satisfechas protestarán y se rebelarán. El malestar social es inevitable. ¡A manifestarse!

Si buscas una experiencia de gestión desafiante que te tenga en vilo durante mucho tiempo, Kapital: Sparks of Revolution es el juego que necesitas.

No se centra únicamente en la construcción, sino en cómo gestionar una sociedad que lucha por mantenerse unida. ¡Una idea simplemente brillante!

Tras la Primera Guerra Mundial, la pobreza y las crecientes diferencias socioeconómicas dividen a la sociedad. Aquí es donde Kapital: Sparks of Revolution te pone al mando de una ciudad devastada. Una metrópolis antaño próspera, pero destrozada ahora por los combates. Naturalmente, has sido elegido alcalde y te corresponde a ti reconstruirla, ¡ni más ni menos! Sobre todo, tendrás que contentar a los obreros, a los nobles y a los burgueses y, te lo advertimos desde ya, no será una tarea fácil.

Prepárate para tomar decisiones difíciles que pueden resultar fatales para algunos con el fin de mantener la seguridad de todos. Lo que funciona para una clase suele estar contrapuesto a otra, por lo que es importante encontrar un equilibrio entre las tres; de lo contrario, será la ruina.

Cada clase social tiene un papel distinto en la economía de la ciudad. Los nobles hacen de policías, la burguesía paga los impuestos y los obreros aportan el grueso de la mano de obra. También puedes esperar enfrentarte a crisis como epidemias, accidentes, sabotajes o incluso toma de rehenes, sin olvidarnos de las manifestaciones y disturbios que puedes provocar y que deben controlarse.

Además, en el modo campaña, el juego proporciona los recursos mínimos y, para construir lo necesario, tendrás que recuperar "ruinas de guerra" para obtener materiales o producir madera. En resumen, empiezas de cero y será casi imposible satisfacer las tres clases al mismo tiempo.

Una ayudita:
Los montones de cajas y ruinas esparcidos por el Ayuntamiento al principio del juego pueden servir como depósitos de suministros mientras construyes tu cadena alimentaria. Pero recuerda que tu capacidad de apilar recursos es bastante limitada al principio y que desmantelar más ruinas de las que necesitas desperdiciará materiales valiosos.

Tu principal prioridad al empezar debe ser el equilibrio alimentario. Tendrás que asegurarte de que los cereales/alimentos no están a cero al final de la jornada laboral. Lo mismo ocurre con el oro: nunca debe estar a cero. Utiliza también el botón de pausa en caso de que necesites equilibrar tu presupuesto y si tus edificios te están costando demasiado, esto te permitirá recortar gastos si fuera necesario.

Una vez que entiendes estos principios básicos, Kapital: Sparks of Revolution se convierte en una experiencia sorprendentemente adictiva. Un constructor de ciudades que no tiene miedo de probar cosas nuevas, y eso es raro en el mundo de los videojuegos.