Going Under

¡Un juego excepcional! Ne te dejes engañar por sus coloridos gráficos, Going Under esconde una jugabilidad trepidante y frenética que te empujará a atacar a tus enemigos con todo lo que caiga en tus manos, todo ello enmarcado en el despiadado mundo de las start-up. Es un roguelite muy original y sarcástico. Buenas noticias para los principiantes: se puede regular la dificultad.

No te dejes engañar por su aspecto llamativo e incluso infantil a primera vista, Going Under es un rogue-lite ácido y humorístico que parodia nuestra época y el mundo de las start-ups de Silicon Valley o Intercom.

Juega como una becaria de marketing, no remunerada, contratada en una "incubadora" de empresas emergentes, donde tendrá que luchar en las ruinas de las start-ups que no han prosperado. Todo ello en un mundo psicodélico y adorable.

Nos ha encantado el espíritu sarcástico de este juego, que es una sátira contundente y divertida de nuestra sociedad. Y funciona extrañamente bien. Su atmósfera psicodélica se burla del mundo de los negocios y te reirás a carcajada limpia cuando leas los numerosos diálogos del juego. Cada uno de los personajes representa un cliché de la vida de oficina: desde el jefe "niño de papá" a la secretaria bobalicona, pasando por el tipo "más guay", surge una atmósfera única, ¡y eso es raro en el mundo de los videojuegos!

Imagínatelo. Antiguos empleados de start-ups antaño prósperas se han convertido en una especie de zombis que deambulan sin otro propósito que masacrar a cualquiera que se cruce en su camino. ¡Y ese es tu trabajo! (¡Ya sabes, el marketing abarca muchas ramas!)

Como en todo rogue-lite, las mazmorras se generan de forma procedural y están repletas de trampas, armas y combates contra jefes. Las mazmorras también están plagadas de chistes y referencias ocultas.

Nuestra parte favorita es la jugabilidad dinámica y frenética que te empuja a golpear a los enemigos con todo lo que tengas a mano. Hay varios mundos (o mazmorras), donde todo se puede utilizar para luchar. Por supuesto, hay espadas y explosivos, pero también teclados, manos elásticas, ordenadores, extintores, berenjenas e incluso paquetes de folios. Tanto si eres más de disparar a distancia como de ir de frente, hay para todos los gustos. Puedes llevar hasta tres armas a la vez y cambiar entre ellas, lo que hace que el combate sea superfluido.

Nos han gustado los elementos de jugabilidad ocultos en el juego. Puedes interactuar con cualquier cosa. Por ejemplo, si te atacan con un carro, puedes montarte en él y tomar el control. Esto crea muchas pausas divertidas en medio de nuestra carnicería.

Los universos de los niveles (o mazmorras) también giran en torno al mundo de las start-ups. Uno de ellos, basado en el mundo de las criptomonedas, girará en torno a armas de minería y mecánicas de recuperación de dinero virtual; otro nivel, que se desarrolla en las oficinas de una aplicación de citas, contará con un amplio arsenal de armas en forma de emojis y enemigos que se elegirán como se elegiría pareja en Tinder. Es muy divertido y está bien pensado.

Te advertimos desde ya que vas a pasar apuros. Te invitamos a elegir el modo fácil para empezar.

Por suerte, ¡hay mentores!

Ayudita extra: los mentores son, en cierto modo, tus instructores (ya que eres una becaria), y es imposible ganar sin ellos. Por tanto, te animamos a que completes tantas misiones de mentoría como puedas, ya que cada una de ellas te ayudará en el juego.

Por ejemplo: Ray (el director general de Fizzle) te permite gastar dinero con total tranquilidad. Fern, el cofundador, te da un objeto sanador gratis desde el principio. Swomp, el barista de la oficina, puede robar objetos para ti, te desbloquea monstruos aliados gratis e incluso genera una habitación extra en el segundo piso de cada mazmorra, llamada "Swomp's Chill Zone" (la zona chill de Swomp).

En resumen, se trata de un juego explosivo, con un aspecto demoledor y una dificultad real, pero que te permite desahogarte en Hack & Slash, mientras te burlas de los defectos de nuestra sociedad.

¡Un juego eminentemente político!