Flame Keeper

Con su adorable estética y su variada jugabilidad que combina exploración, combate y personalización, Flame Keeper promete una experiencia inédita en el género del roguelite de acción. La aventura de Ignis, un ser de fuego con mucho encanto, en un mundo plagado de monstruos, cautivará a los adolescentes, felices de reavivar la llama eterna enfrentándose a retos estratégicos no del todo sencillos.

Flame Keeper es un roguelite de acción que destaca por su adorable estética, una mezcla única de mecánicas de juego, una encantadora atmósfera visual y un atractivo personaje principal. Los jugadores se sumergen en una aventura épica para restaurar la Llama Eterna en el mundo de Orbis.

Nos ha gustado la estética del juego: desde los primeros minutos de juego se hace patente el atractivo estético de Flame Keeper. Ignis, el protagonista, es un trozo de carbón en llamas con una enorme cara, que se mueve por un mundo ricamente detallado, aunque a veces sombrío. El contraste entre los entornos tenebrosos y las coloridas y expresivas criaturas crea una atmósfera única que llama mucho la atención. Por no hablar de las breves cinemáticas que añaden profundidad a la historia. En definitiva, ¡un juego que gusta a todo el mundo!

El núcleo del juego consiste en explorar los biomas y restaurar la Llama Eterna. Los jugadores navegan por los distintos niveles, recogiendo fragmentos de llama y depositándolos en tótems para recargar la llama del nivel. Esta mecánica requiere una gestión estratégica de la barra de salud, ya que cada transferencia de energía debilita temporalmente a Ignis, lo que hace al jugador más vulnerable a los ataques enemigos.

Nuestro consejo: a la hora de explorar el bioma del desierto, Ignis debe recoger los fragmentos golpeando a los escorpiones y sacudiendo los árboles para recoger carbones. Cada vez que Ignis transfiere energía a un tótem, su barra de vida disminuye, así que debes encontrar el equilibrio adecuado entre los ataques y la prudencia para evitar morir tontamente.

Nos ha encantado: el sistema de combate de Flame Keeper, que es sencillo y satisfactorio a la vez. Ignis cuenta con diversas habilidades, como puñetazos, una acometida para esquivar o atacar rápidamente, y ataques especiales que se obtienen al encontrar pergaminos en los niveles.

Nuestra parte favorita: la aldea. Entre niveles, los jugadores pueden volver a la aldea, que hace de eje central. Aquí, Ignis puede utilizar los recursos recolectados para mejorar sus habilidades y desbloquear otras nuevas. Los recursos, como las bellotas, los champiñones y las semillas, se obtienen explorando los niveles o completando objetivos opcionales. En la aldea, también puedes construir y mejorar edificios que ofrecen ventajas adicionales durante las misiones de defensa del caldero.

En cuanto a la jugabilidad, hay dos tipos principales de misiones: la recuperación de tótems y los niveles de supervivencia. Las misiones de recuperación consisten en encontrar y cargar los tótems con llamas, mientras que los niveles de supervivencia requieren que protejas un caldero durante un tiempo determinado contra oleadas de enemigos, un elemento de defensa de torres muy guay. Puedes poner pinchos que sobresalgan del suelo para herir a los enemigos, o colocar a los aliados en torretas para que disparen lanzas a los adversarios.

Flame Keeper es una bonita aventura roguelite, que combina elementos de combate, exploración, plataformas, estrategia e incluso un poco de defensa de torres en un mundo visualmente entrañable. Toda una delicia que debes saborear sí o sí.