Figment

Te lo advertimos desde ya: el juego trata sobre el dolor y el valor. Pero no te dejes intimidar, estos temas tan serios se tratan en un universo muy bonito y musical, lejos de ser triste. Siguiendo el espíritu de la película de Pixar "Viceversa", te encuentras en la mente del protagonista: un niño que sueña despierto durante un viaje en coche. La secuencia comienza con una discusión banal, pero continúa con el sonido del metal aplastado... en tus manos está descubrir lo que ocurre a continuación.

Dusty es un personaje regordete y cascarrabias, armado con una espada de madera, que lucha contra criaturas sacadas directamente de su imaginación, todo ello en un mundo colorido, con una música jovial que aporta un supuesto lado infantil al universo de Figment.

Esta oposición entre el universo, las acciones del jugador y la temática es, en realidad, una poderosa forma de transmitir el mensaje y concienciar sobre la cuestión del duelo. Navegaremos entre las casas que corresponden a las emociones, como la casa de la ira, la casa de la tristeza o la casa de la aceptación.

Monstruos que te llevarán a la desesperación y evitarás dándote media vuelta.

Figment es realmente una pequeña maravilla. Ya sea por sus gráficos, por su música o por su historia.

La jugabilidad es sencilla, lo suficiente para que los más jóvenes descubran todos los códigos de los videojuegos, en un universo colorido e infantil. (Atención, el juego está en inglés con subtítulos, una buena oportunidad para que los niños jueguen con los mayores). Las canciones son dignas de los mejores musicales anglosajones.

Dibujado a mano, el mundo de Figment es precioso y cuenta con una vista en 3D isométrica. Como todo buen juego de rompecabezas, tendrás que enfrentarte a un montón de rompecabezas sencillos pero entretenidos.

Onírico, surrealista y encantador, Figment gustará a quienes disfrutaron de Back to Bed, del mismo estudio, y viceversa.

Juegos que reconciliarán a muchos con el mundo de los videojuegos.