Bee Simulator

Desarrollado con apicultores y la Fundación Good Planet de Yann Arthus-Bertrand, este juego te invita a vivir la vida real de una abeja perdida en medio de un jardín que recuerda curiosamente a Central Park. Un juego bonito y educativo para concienciar a los más jóvenes sobre la ecología. Es agradable, nada violento y deliberadamente educativo.

¿Te acuerdas de Maya?
Bee Simulator es otro rollo.
Desarrollado en colaboración con apicultores y la Fundación Good Planet de Yann Arthus-Bertrand, este juego te permite vivir la vida real de una abeja perdida en medio de un jardín que se parece bastante a Central Park.

Es muy bonito, no es nada violento y es deliberadamente educativo.

Tu vida como insecto polinizador incluirá la polinización de flores, ¡por supuesto!
Pero en lugar de perder el tiempo yendo de flor en flor como una abeja de verdad, tendrás que revolotear por círculos de colores, algunos más raros y preciados que otros. Esta recolección aumentará tu medidor de polen, así como tu medidor de impulso, y tendrás que volver a la colmena. Pero el juego no se detiene ahí. Tendrás que encontrar un nuevo sitio para instalar tu colmena salvaje, lejos de la mano del hombre. Esta exploración te hará ganar puntos de experiencia, lo que te dará acceso a otros tipos de abejas con las que jugar.

El juego ha añadido desafíos para animar las cosas, como comunicarse con otra abeja copiando sus movimientos, luchar contra avispas o avispones en el modo por turnos, hacer carreras con tus amigos o convencer a las moscas para que te sigan...

Te enganchas en seguida al juego de ser una abeja, pero Bee Simulator es sobre todo un muy buen juego educativo. A lo largo de la historia principal, los creadores han ido destilando información y anécdotas sobre la vida de las abejas y las amenazas a las que se enfrentan.

Cuando lo termines, lo sabrás todo acerca de la miel, las diferentes flores, la comunicación entre las abejas, la reina, la colmena y el papel primordial de este pequeño insecto para salvaguardar la vida en la Tierra. Pero no te preocupes, la jugabilidad es muy amena y el escenario absolutamente encantador, sobre todo porque podrás picar... picar a humanos, animales y globos que harás explotar con tu aguijón.

Pero cuidado, los humanos y otros animales reaccionarán a tu presencia.

La buena noticia es que se puede jugar con varias personas, en familia, a partir de 8 años.

Además, cabe destacar que la experiencia para un solo jugador es más relajante en el modo Libre.